Quiero que la primera entrada del año en este blog sea para recomendar un libro de poemas de Alberto Infante, se trata de CARTA DE AJUSTE, poemario editado por Vitruvio ediciones y a cuya presentación tuve el placer de asistir el pasado mes de noviembre. Puedo decir que la obra es una maravilla de sensibilidad y de calidad literaria y quedarme tan pancho, pero como no vale decir las cosas y no demostrarlas yo os propongo la lectura de una pequeña muestra, muy pequeña... Solo un poema y os convenceréis. Los deseos de tener el libro en vuestras manos se harán irrefrenables.
Una advertencia: los poemas de este libro adquieren su verdadera dimensión de genialidad después de varias lecturas, no os quedéis en la primera.
La tumba de Tycho Brahe
A la sombra de la Ciudadela,
entre el meridiano y el reloj celeste,
los forjadores de monedas despliegan su oficio.
Hacen bien en dejar negras las estatuas:
de ese modo los sueños no parecen una enfermedad secreta.
Pensé en el tiempo que nos toco vivir
y en las Grandes Cuestiones No Resueltas.
Luego pensé: demasiado río,
alguna vez se helará
y no habrá que mirar al cielo para ver las estrellas,
podría incluso llevarlo conmigo.
Anoté puentes, soportales,
y ese olor a barniz y a polvo pegajoso
desde niño asociado al imperio Austro-húngaro.
Y, también, que aún sin gaviotas
me gustaba esta plaza:
en verano acoge y en invierno nos habremos ido.
Decidí permanecer, mantenerme a la espera.
Entonces miré al suelo, vi las cruces
y me dije: vigila tus poemas:
hasta ahora parecían en lugar seguro
pero esta madrugada comenzaron a agitarse;
visiblemente inquietos
preguntaban por tu casa y tu cuna.